Requiere de una iluminación intensa (sin sol directo o de tan solo unas pocas horas), para que no se debilite y se vuelvan las hojas amarillas. Un sitio muy bueno es cerca de una ventana. 

Se recomienda mejor cultivar en interiores pues es una planta que no tolera las heladas, un máximo -3º. Una vez que haya finalizado el invierno se puede traspasar al exterior. En nuestro caso ha pasado el invierno perfectamente en el exterior pero protegida. 

Esta Yuca soporta con bastante facilidad la falta de agua. Por el contrario con los excesos de la misma es posible que le causemos daños irreparables pues se suelen pudrir las raices. Ciertamente nuestra experiencia es que en verano con un simple vaso de agua a la semana nos ha soportado estupendamente incluso sí se nos olvida regar no tendrá ningún problema en su crecimiento. En caso de duda o bien si notamos la tierra húmeda es mejor no regarla y esperar a que esté totalmente seca. 

Resiste ambientes secos, pero si de vez en cuando se pulveriza, mejor. También servirá para limpiar las hojas.

Por último, con el tema del abono podemos darle un aporte extra de nutrientes con un abono para plantas verdes. Utilizando menos dosis de la que recomienda el fabricante del producto. 

Es adecuado ir cambiando la maceta los primeros años y sustituir los primeros centímetros superficiales de sustrato por otro fresco.