Sástago

Sástago - Monasterio de Rueda

Cómo llegar

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Un paseo lleno de contrastes y muy entretenido de realizar pues discurre una parte de él en compañía del río Ebro ya que el monasterio se levanta a sus orillas, frente a la localidad de Escatrón y enclavado en terrenos del término municipal de Sástago.

De todas las opciones que hay elegimos la más corta y divertida por la que saldremos de Zaragoza, dirección Castellón.

Al comienzo es vía rápida, por la A-68, hasta llegar al Burgo de Ebro donde termina enlazando con la N-232.  En nuestro circular tenemos las hoy ineludibles travesías de Fuentes y Quinto de Ebro, donde iremos con atención porque, justo a la salida del municipio, se toma un desvío a la izquierda para entrar en la A-221.

Una buena parte de este tramo lo hacemos con la imagen espectacular del río a la izquierda de la marcha, hasta llegar a la localidad de La Zaida donde, tras atravesarla, giraremos nuevamente a la izquierda para cruzar el río Aguasvivas, que justo aquí descarga sus aguas en el Ebro.

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Se toma la CP-16, en dirección a Sástago, y nos adentramos por zona de meandros, caprichosas curvas del cauce del río que parece querer jugar al despiste con nosotros y que aún hoy, tras las numerosas ocasiones en que he visitado este lugar, sigue teniendo mi admiración y asombro. Como prueba de la desorientación que origina indicar el hecho de que teniendo el río siempre a la izquierda, tras cruzar la población de Sástago, nos encontraremos con un precioso puente por el que atravesamos el cauce y que, sorprendentemente, nos aparece a la derecha.

Desde la orilla del río se inicia un rápido ascenso, siguiendo por la A-221 en dirección a Escatrón, adentrándonos en un tramo de conducción divertida a la vez que sentimos otro de los contrastes citados como es estar en zona de secano con el cercano Ebro a nuestras espaldas. Andamos tan solo cuatro kilómetros más y encontramos el desvío que nos llevará al Monasterio, perfectamente señalizado a la izquierda de la marcha, nuevamente con el asombro de que al frente tenemos otra vez el Ebro que habíamos dejado unos kilómetros atrás.

El lugar

El Monasterio benedictino de Nuestra Señora de Rueda de Ebro es uno de los lugares más hermosos de cuantos pueden visitarse a lo largo del largo curso del río Ebro y podemos decir que por su notoriedad económica llegó a ser uno de los más importantes para la casa matriz de la orden en el condado de Toulousse. Monumento nacional desde 1922.

Este monasterio, que junto con el de Veruela y los restos del de Piedra forman las joyas del cister en tierras aragonesas, debe su nombre a la colosal noria o rueda de la que se servía el amplio territorio agrícola de la comunidad religiosa y que desapareció, por increíble abandono, hace tan solo unos años.

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Este cenobio reúne la totalidad de las dependencias de un monasterio medieval, lo que le hace ejemplo idóneo para explicar cómo funcionaba un monasterio del cister. El monasterio de Rueda sirve también para apreciar numerosos estilos arquitectónicos como el románico, el gótico o el mudéjar.

La desamortización de 1835 arruinó de un plumazo casi siete siglos de vida monacal, desperdigándose de este modo su rico patrimonio mueble y ornamental, al tiempo que el edificio y todas sus dependencias entraban en un progresivo proceso de deterioro y total abandono. Hoy, gracias al excelente trabajo de restauración culminado en el año 2003 tras 12 años de obras, podemos contemplar todo el conjunto como ejemplar único en su traza.

Los monjes se instalaron aquí en el año 1202, comenzando las obras de construcción que se prolongarían durante varios siglos, ello hace que se de una superposición de épocas y estilos. Curiosamente es la parte primitiva y más antigua la que mejor se ha conservado y la más interesante.

El camino de llegada conduce al visitante a la Puerta Real, donde la ornamentación floral y una composición escultórica dedicada a San Bernardo, impulsador del cister, dan la bienvenida al turista. Esta puerta nos descubre la Plaza de San Pedro, un espacio amplio que es el verdadero centro neurálgico desde donde podemos apreciar la totalidad del conjunto: el palacio abacial, la iglesia mayor y el corredor herreriano, hoy convertido en hospedería.


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01 - Iglesia

La iglesia abacial se consagró alrededor del año 1238 pero hasta la segunda mitad del siglo XIV y principios del XV no se considera cerrado el conjunto de la fábrica medieval con las últimas fases de la iglesia.

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Posee una sencilla portada gótica, donde se labró durante la reforma del siglo XV un bonito rosetón, y responde a uno de los modelos más sencillos entre las tipologías del Cister. Tres naves de cinco tramos, sin crucero y con el ábside plano. Solo tiene una capilla abierta a las naves que albergó, entre otras, la tumba del que fuera Justicia de Aragón Juan Gil de Tarín, fallecido en 1290.

Poco es lo que queda de la ornamentación interior del templo, tan solo el magnífico retablo mayor renacentista, con una escenificación variada y completa, una excelente obra plateresca tallada en alabastro por los maestros de la escuela de Damián Forment, se trasladó tras la exclaustración a la iglesia parroquial de la cercana población de Escatrón, donde, por razones de espacio, se sacrificó parte del majestuoso basamento.

03 - Claustro

Desde la iglesia se accede al claustro del Monasterio, en torno al cual se distribuyen casi todas las dependencias y se articula la vida monástica. También sufrió un lento proceso constructivo pues se inició en el s. XIII y no se concluyó hasta el siguiente. A través de la decoración de sus galerías se puede seguir la evolución cronológica y formal del proceso constructivo y cómo desde la primera decoración de motivos estrictamente vegetales (s. XIII), se pasa a los modelos figurados (s. XIV).

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De este conjunto medieval destaca la integridad de conservación de las dependencias básicas de la traza ideal de los monasterios cistercienses, resaltando por su calidad excepcional la sala capitular y el refectorio.

En el centro del claustro permanece aún el pozo y junto a él, la gran cisterna de la comunidad, bastante numerosa a juzgar por los moradores del monasterio en el momento de la exclaustración: 30 monjes y unos cuarenta servidores, entre legos y criados.

12 - Refectorio

Muy hermoso, curioso y recoleto es el refectorio, en la parte más primitiva del recinto (s. XIII), está situado en el ala meridional del monasterio y se accede a través de una bella puerta desde el claustro. Este soberbio recinto abovedado está iluminado por ventanas y óculos.

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Encaramado en el muro se conserva perfectamente aún el púlpito, lugar desde donde cada día un monje deleitaba a sus compañeros con la lectura de las escrituras mientras éstos comían en silencio, con el acceso a través de una curiosa escalera abierta y embebida en el muro a base de grandes columnas que soportan medios arcos semicirculares.

La entrada al refectorio, vista desde el interior, ofrece una interesante panorámica de los distintos estilos acontecidos en el desarrollo estructural del Monasterio de Rueda, plasmado en sus arcos de paso. Al fondo se puede ver la fuente del lavatorio donde los monjes se refrescaban y limpiaban las manos antes de entrar a comer.

19 - Norial

Como decimos al comienzo, el nombre de Nuestra Señora de Rueda de Ebro hace alusión a la colosal noria enclavada en la huerta del Monasterio para proveer sus necesidades de riego, dotando a todo el edificio de un uso corriente de agua.

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Desde los primeros momentos de la construcción del monasterio también se inician las obras de infraestructura hidráulica. Consisten en el azud y la rueda que elevaba el agua del río hasta el acueducto de factura gótica, con una parte visible y otra parte subterránea, que reparte el agua por el conjunto monástico. Estos sistemas de canalizaciones, que recorren todo el Monasterio de Rueda, han sido uno de los aspectos mejor conservados a lo largo de los tiempos. En estos momentos, unas cristaleras cubren todos los recorridos para que los visitantes puedan descubrir la gran obra de ingeniería realizada por los monjes del lugar.

Por todo lo apuntado se hace obligada la visita y conocimiento de este monasterio de Nuestra Señora de Rueda. Las riberas del Ebro con su isla cercana, a la vista y a casi un escaso salto, y su noria -o rueda, siguiendo con la denominación al uso-, sus muchas lecciones de historia, sus no pocas obras de arte y de belleza, así como las distintas, complejas y variadas manifestaciones que el hombre ha ido desarrollando, su cultura tradicional y cotidiana, en este caso a orillas y en el mismo y profundo centro del río Ebro, hacen de este precioso paraje un lugar inigualable para deleite y disfrute de nuestro tiempo de ocio.

Dónde almorzar

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A pesar de que en el propio monasterio encontramos el Hotel Restaurante ****, para nuestro almuerzo decidimos salir a la cercana localidad de Escatrón buscando con ello la popular cocina casera de la zona y a precios asequibles.

Así pues salimos del monasterio girando a la izquierda para tomar la A-221 hacia Escatrón y, nada más cruzar el puente sobre el río, tenemos ya a la izquierda el Embarcadero citado, un lugar acogedor donde almorzar sin protocolos.


Hostal - Restaurante EL EMBARCADERO

  • Cno. de la Barca s/n
  • Tel. 976 170300 y 676 959300
  • Escatrón (Zaragoza)


(c) 2007   Ignacio Gonzalvo


Localidad: SÁSTAGO


Distancia de Zaragoza: 71 Km.


Tiempo estimado: 01h05


Comarca:

RIBERA BAJA DEL EBRO


Provincia: ZARAGOZA


Población: 1.510 habitantes


Altitud: 153 m.

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