Alquezar

Alquézar - Villa monumental

Cómo llegar

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Iniciamos el camino saliendo de Zaragoza por la autovía de Huesca, E7-A23, recorriéndola casi en su totalidad hasta llegar a la salida 573 Barbastro-Lérida, en los alrededores de Huesca, donde tomaremos la N-240.

Por esta carretera, una vez pasado Angüés, se coge a la derecha un desvío para poder cruzar la N-240 en dirección a Abiego (A-1229). Sobre la misma señal también veremos indicada Alquézar.

Por la A-1229 llegamos a Adahuesca donde nos desviaremos a la izquierda para tomar la A-1233 hasta Radiquero, que es pedanía de Alquézar y desde donde seguiremos por la HU-352 hasta alcanzar nuestro objetivo. Se nos indican los lugares apropiados para el aparcamiento, debemos hacer caso de ellos puesto que al pueblo no podremos acceder con el vehículo.

Los 18 kilómetros de este último tramo de la ruta deberemos hacerlos con especial cuidado toda vez que la carretera es más estrecha y de peor calidad pero, por contra, podremos admirar las bondades del paisaje con sus olivos y vides.


El lugar

Merece la pena venir a este lugar por muchos motivos. Alquézar es una bellísima población que ha conservado hasta nuestros días el encanto medieval, restaurada con un exquisito respeto por sus materiales y texturas originales, que ocupa un inigualable enclave paisajístico en el último tramo del cañón del río Vero, en pleno Parque Natural de la sierra de Guara, ofreciendo múltiples alternativas para los amantes de la naturaleza y los deportes de aventura.

Roca, agua, historia, arte y leyenda se funden en Alquézar, formando un universo sorprendente, único, inesperado y todo ello al alcance de la mano

El aire oriental del pueblo se detecta en sus estrechas y empedradas callejuelas, muy bien conservadas al igual que sus casas con sabor tradicional, mantiene intacta su urbanización medieval y dar un paseo por ellas hace que uno se sienta perdido en el tiempo.

Declarada Conjunto Histórico Artístico en 1982 conserva orgullosa estampa, con un roquedo coronado por la colegiata y el castillo; muy vinculada con su pasado de plaza fuerte en el medievo, cuando ésta era tierra de luchas entre árabes y cristianos.

El nombre del lugar deviene del árabe (igual que el término "alcázar") con el significado de fortaleza, aludiendo a la que surgió en época musulmana y que tuvo una densa historia de luchas en los siglos IX y X.

Este alcázar fue erigido por Jalaf ibn Rasid a comienzos del siglo IX. Hacia 1065 fue conquistado por Sancho Ramírez con quién continuó siendo notable fortaleza, con decisiva importancia estratégica, hasta que la reconquista avanzó más hacia el sur. Este rey aragonés mando construir junto a la fortaleza un centro religioso, asistido por una comunidad y fue así como surgió en 1099 la Real Iglesia de Santa María.

Del notable castillo quedan todavía bastantes restos que atestiguan su viejo poder: básicamente restos de torres y lienzos de muralla de lo que fue gran fortaleza.

En nuestro paseo seguimos parte del itinerario que se indica en el plano, nos quedó el sinsabor de la escasez de tiempo para completarlo pero vinimos con la esperanza de repetir la ruta en otra ocasión más detenidamente, y desde luego que hay que hacerla con cámara fotográfica pues cada lugar, cada rincón, seguro nos hará detener porque multitud de detalles esperan ser descubiertos por los ojos del curioso.



1 - Mirador 'Sonrisa al viento'

Desde este mirador obtenemos una primera visión panorámica de la monumental villa de Alquézar y del ultimo tramo del profundo cañón del río Vero, antes de que sus aguas, tras abandonar la Sierra de Guara, se adentren en las fértiles y dulces tierras de los somontanos.

Enfrente, en lo más alto de una roca solitaria rodeada por profundos barrancos, se alza la inexpugnable fortaleza, levantada por los reyes cristianos después de haber sido arrebatada a los musulmanes en el siglo XI.

2 - Portada gótica

Alquézar contó en sus orígenes con tres puertas que daban acceso al interior del recinto urbano, pero de todas ellas sólo se conserva este bello portalón gótico. Mientras que en uno de sus extremos fue levantado un arco de medio punto, en el otro frente se optó por un arco apuntado y coronado por el escudo de la villa, formado por tres torres de un solo castillo que recuerda el origen militar de la localidad.

Dado que Alquézar fue durante varios siglos un importante centro comercial, se cobraba impuestos a los mercaderes que deseaban vender sus productos en la plaza porticada; para evitar su entrada durante la noche se cerraban todas las puertas que daban acceso al pueblo.

3 - Calle Pedro Arnal Cavero

Pasear por esta calle, antiguamente llamada Calle Mayor, nos permite introducirnos en el conjunto medieval de Alquézar y revivir el lejano pasado. Es uno de los tres ejes vertebrales que recorren longitudinalmente el pueblo, al que derivan otras calles transversales más estrechas y escalonadas permitiendo una comunicación más fluida a los diferentes puntos del pueblo.

Todavía se conservan varios "callizos", o pasos cubiertos sobre las calles, como recuerdo de tiempos pasados en los que era necesario aprovechar al máximo el limitado espacio en una villa densamente poblada; se dice que era posible atravesar Alquézar de un extremo a otro sin necesidad de pisar la calle.

4 - Ntra. Sra. de las Nieves

En la Calle Pedro Arnal Cavero y poco antes de alcanzar la porticada Plaza Mayor, se encuentra la pequeña ermita de Nuestra Señora de las Nieves. Su fachada fue edificada por canteros del siglo XVII siguiendo modelos de la arquitectura religiosa popular. Junto a la ermita puede verse una jamba perteneciente a una antigua puerta hoy inutilizada y en la que aparecen grabadas las siluetas de dos zapatos. Tal vez fue éste el lugar en el que ejerció su oficio algún zapatero que ya nadie recuerda.

5 - Plaza Mayor

Nos encontramos en el corazón de la villa, la antigua Plaza Mayor. Se trata de una hermosa y recoleta plaza porticada, bajo cuyos soportales, unos con arcos de medio punto y otros adintelados, se situaban los comerciantes y artesanos que vendían sus productos venidos de las tierras llanas y de las montañas.

Alquézar llegó a contar con el privilegio de celebrar un mercado semanal y una feria anual desde 1528, año en el que Carlos V aprobó esta concesión a la villa. Tal hecho permitió que Alquézar iniciara una nueva etapa de esplendor y florecimiento.

6 - Fuente de Monchirigüel

Después de atravesar la Plaza Mayor para continuar por la Calle de la Iglesia, debemos tomar la primera calle a la izquierda, por la que se accede a la fuente de Monchirigüel debiendo descender antes por unas escaleras de piedra. Se trata de una fuente construida en el siglo XVI que, con elementos decorativos renacentistas, ostenta el escudo de la villa de Alquézar.

Desde este lugar puede disfrutarse de una espectacular y sorprendente perspectiva de la Colegiata, encaramada a la peña calcárea y desafiando el vacío que se abre a sus pies.

7 - Plaza Cruz de Buil

Al final de la Calle de la Iglesia, donde también confluyen otras dos calles, se encuentra la Plaza Cruz de Buil. Por ella se accede al recinto amurallado del castillo-colegiata, a través de una puerta blasonada construida entre los siglos XV y XVI.

Desde los orígenes de la fortaleza, este lugar siempre fue el único punto de penetración al castillo, ya que el resto está rodeado por las verticales paredes de la roca calcárea.

8 - Conjunto de la Colegiata

Este conjunto de la Colegiata junto con la fortaleza merecería por sí un apartado por el compendio de arte, tesoros e historia que encierra.

La fortaleza se asienta en un montículo natural. Rodeando el recinto, se encuentra una muralla que no lo acota totalmente y que está formada por tres torres. Todo el conjunto está rematado en almenas. Destacamos la presencia de un elemento defensivo claramente musulmán: la torre albarrana. Este tipo de torres se colocaban alejadas del resto del conjunto y servían como primer punto de ataque. Si era tomada la torre, se rompía el nexo que la unía con el resto de la fortificación, quedando esta última intacta. Este tipo de torres se diversificaron por todo el territorio siendo una de las más famosas la torre del Oro de Sevilla.

Dentro del edificio nos vamos a encontrar la capilla real y el claustro románico de planta atípica: forma triangular con capiteles de enorme belleza. Es un ejemplo de construcción religioso-militar muy frecuente en estas zonas aragonesas.

9 - Mirador O'Bicón

En la plaza Cruz de Buil, tomando la Calle Baja, se accede al mirador O´Bicón para poder admirar una magnífica vista del último tramo del cañón del río Vero después de atravesar las sierras prepirenaicas. Las aguas del río Vero que discurren por el fondo del barranco fueron capaces, en otros tiempos, de mover las turbinas de una vieja central hidroeléctrica y las pesadas piedras del molino de Fuentebaños, situado aguas abajo de este lugar.

El rumor de las aguas del Vero, que se abre paso entre grandes rocas, nos acompañará mientras disfrutamos de este bellísimo rincón del Somontano.

10 - Museo

En el conjunto urbano medieval de Alquézar existe una magnífica casa somontanesa del siglo XVII que acoge el museo. Visitando las diferentes dependencias, como es el patio, la cocina, la alcoba, la bodega o las cuadras, es posible conocer las formas de vida de los habitantes de los pueblos de estas montañas y somontanos hasta mediados del siglo XX.

La extensa variedad de aperos de labranza y objetos domésticos, nos hablan de las tradiciones y los trabajos cotidianos, tanto en el hogar como en el campo: la siega, la recolección de la uva y de la oliva, el tejido de fibras vegetales, trabajos artesanos...

Los cimientos de la casa atesoran el elemento más singular y destacado del museo, un molino de aceite medieval excavado en la roca calcárea.

11 - Iglesia de San Miguel

En uno de los extremos de la localidad se encuentra la parroquial de San Miguel Arcángel. Sobre un templo anterior, que fue derribado, se comenzó a construir el actual en 1681 y finalizado en 1708.

Es una obra de carácter popular en la que llama poderosamente la atención la robustez y sobriedad del exterior, así como el armonioso juego de volúmenes y tejadillos, lo que dificulta adivinar que se trata de un edificio barroco. Por el contrario, el interior de la nave cubierta con bóveda de cañón y lunetos sí que se ajusta a dicho estilo artístico. La práctica totalidad de los retablos y otros objetos litúrgicos que poseía fueron destruidos en la Guerra Civil española, lo que explica la escasa decoración interior. Tan sólo pudo conservarse la parte superior del gran retablo mayor de estilo barroco.

Para una visita completa a la villa y poder saborear tranquilamente los encantos del lugar resulta necesaria la jornada completa.

 

Dónde almorzar

En el mismo Alquézar hay varias opciones interesantes para reponer fuerzas, citamos 3 que están juntas en la Calle Arrabal pero podemos encontrar hasta 16 restaurantes y un nutrido número de apartamentos, albergues, hoteles, hostales, camping, casas de turismo rural, etc. porque, a pesar de su reducida dimensión, la villa posee un turismo creciente y suele ser elegida como lugar de descanso.


  • La Cocineta (974 318 278).
  • La Cadiera (669 355 304).
  • Mesón del Vero (974 318 074).


Nosotros decidimos almorzar en La Cadiera y lo mejor de todo, por lo inusual en nuestras vidas, fue el poder hacerlo en la calle en las terrazas preparadas al efecto, con un paisaje precioso y un clima perfecto que ayudó sin duda a que este momento fuera todavía más ameno y propicio para la conversación.

(c) 2007   Ignacio Gonzalvo


Localidad: ALQUÉZAR

 

Distancia de Zaragoza: 120 Km.

 

Tiempo estimado: 01h34

 

Comarca:

SOMONTANO DE BARBASTRO

 

Provincia: HUESCA

 

Población: 309 habitantes

 

Altitud: 660 m.

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